Monday, December 07, 2009

El mendigo y el rey

Me tomé la libertad de copiar esta fábula desde el sitio El Blog de TJUtil, una muy interesante reflexión.

EL MENDIGO Y EL REY

Una vez un limosnero que estaba tendido al lado de la calle vio a lo lejos venir al rey con su corona y su capa.

Pensó: “Le voy a pedir, él es un buen hombre, de seguro me dará algo”.

Cuando el rey pasó cerca, le dijo:
“Majestad, ¿me podría, por favor, regalar una moneda?” … aunque en su interior pensaba que él le iba a dar mucho.

El rey le miró y le respondió:
“¿Por qué no me das algo tú? ¿Acaso no soy yo tu rey?”

El mendigo no sabía que responder y sólo atinó a balbucear:
“Pero, Majestad… yo no tengo nada!”.

El rey contestó:
“¡Algo debes tener… Busca!”.

Entre asombro y enojo, el mendigo buscó entre sus cosas y vio que tenía una naranja, un bollo de pan y unos granos de arroz. Pensó que el pan y la naranja eran mucho para darlos, así que en medio de su enojo tomó 5 granos de arroz y se los dio al rey.

Complacido, él dijo:
“¡Ves como sí tenías!”. Y le dio 5 monedas de oro, una por cada grano de arroz.

El mendigo dijo entonces:
“Majestad… creo que acá tengo otras cosas…”.

Pero el rey lo miró fijamente a los ojos y, con dulzura, le comentó:
“Solamente de lo que me has dado de corazón, te puedo yo dar”.

¿Cuántas veces en nuestras acciones, entran en juego el egoísmo y nuestros propios intereses?

Dar de corazón es dar sin esperar nada a cambio… parece fácil… pero a veces no lo es tanto.

Recordemos que “Dios ama al dador alegre”.

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